domingo, 21 de junio de 2009

Una historia de Lenin

Un homenaje plagiario a Sherlock Time, de Breccia, y un intento de respuesta a La Medida, de Brecht.


13 comentarios:

  1. Un Lenin expresionista y abstracto...

    Me gusta!

    Breccia x Marx - Puerto de Frutos = Ale G.

    :)

    F.

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  2. Muy, muy, muy bueno. Me gustan mucho las sombras del Lenin de la segunda viñeta.
    Además me gusta la bailanta: yo tomo licor, yo tomo cerveza y me gustan las chicas, la cumbia me divierte, y me excita. Pero bueno, de todo esto les voy a hablar en otro momento.

    Saludos cordiales,
    Martinha

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  3. El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo.

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  4. Alejandro: Te pasaste, muy bueno!!!! Soy Fanático de Sherlock Time y ver a Lenin con esas sombras y ese tipo de historias fue conmovedor!!! En serio, chabón, te pasaste. Genial!!!
    Jorge M,

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  5. Una historia para reflexionar, como siempre, Galliano, gracias

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  6. Buen homenaje, con algo de ciencia ficción y serie negra. No opinaré sobre contenidos ideológicos porque ya he leído muchos comentarios en los mails adjuntos y no me queda mucho por decir. Prefiero celebrar una narración precisa y un dibujo esta vez impecable (esas sombras, esa luz...). Chapeau.

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  7. Está terrible! Me gusto mucho como lo contaste y la primer viñeta te quedo de diez.

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  8. Sin palabras, muy bueno! La segunda viñeta quedó genial (me recordó a Frank Miller también).

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  9. Muy, pero muy fuerte, Alex. Lenin enuncia la tragedia de las revoluciones humanas, el dilema ético. Este fue un Lenin jovenlukácsiano, al menos el de "Táctica y ética", cuando, hacia el final del artículo se pregunta, citando a Hebbel: "Y si Dios hubiera colocado el pecado entre mí y la misión que me ha sido asignada, ¿quién soy yo para poder sustraerme a él?"
    Un abrazo, y perdón a todos a los que sometí sin preguntar a que leyeran mis opiniones.
    Juan

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  10. A pedido del autor, el comentario:
    El Lenin de esta vez expresa uno de los grandes problemas que tienen todos los movimientos que quieren cambiar la sociedad: cómo hacer que los medios utilizados para destruir la vieja sociedad prefiguren la sociedad que se quiere construir. Lenin claramente no lo pudo resolver y en la historia queda mejor parado que en la realidad. Podríamos esperar otro Lenin que tire algunas líneas sobre como sería posible solucionar ese tema.
    Saludos.
    Martín.

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  11. Buenas, me pareció excelente este Lenin lleno de angustia.
    Coincido bastante con las anteriores lecturas. La tira plantea un interrogante que ha surgido cada vez que se alzaron las armas para defender una causa en cualquier parte del mundo. Que esta vez el interrogante aparezca en la voz de Illich hace todo más trágico, porque si por un lado la violencia "implacable" es indeseable, por otro lado la historia parece haberla considerado necesaria en los movimientos revolucionarios. Y Lenin sería una suerte de encarnación de esa encrucijada. En fin, como decía Nietzsche en Más allá del bien y del mal: "Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo".
    Después, está la cuestión de pasar de la resistencia a la toma del poder. Toda resistencia suele tener una composición heterogénea, la cual se torna insostenible cuando el enemigo es superado. Alguno españoles, durante la Guerra Civil, se preguntaron: ¿derrotar al fascismo o hacer la revolución? Y esa es nuestra tragedia: por más rechazo que tengamos ante el enemigo de turno, nuestro acuerdo es mínimo, casi insignificante.

    Disculpen que haya respondido a todos. Felicitaciones y gracias a Alejandro por hacer cosas tan interesantes.
    Saludos!
    Leandro.

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  12. Muy bueno Ale. Para empezar rescato tu actitud, la autocrítica ya me agrada y habla de la amplitud mental del autor. En cuanto al contenido, me parece un fin probable, un miedo a algo posible, pero, no necesariamente deberá concluir la historia revolucionaria como se presenta aquí.
    Un abrazo.
    Adrián

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